jueves, 27 de junio de 2013

Las medias verdades del excongresista
García. Parte II
EL BOOT
Por: Hugo Neira Sanchez
La mayoría de las personas han oído sobre el contrato en forma de  BOOT, sobre las construcciones de obras de infraestructura en el Oriente del Tolima, sector político del exsenador García que beneficio a las poblaciones de Melgar, Cunday, Villarrica, Carmen de Apicala e Icononzo. Dicho contrato fue una de las causas de la quiebra de la Electrificadora, aunque no lo quiera reconocer economistas importantes como Silverio Gómez, que como siempre buscan a los trabajadores para echarle el agua sucia.
En la década de los años 60, recientemente creada la Electrificadora del Tolima, se conectó al sistema de transmisión nacional,  Melgar y  Carmen de Apical donde se colocó en cada una, una subestación de 34.5Kv/13.2KV, financiado por el Plan Prado. Melgar y sus alrededores desde el gobierno de Rojas Pinilla, comenzó a llamar la atención de los Bogotanos como un centro turístico no solo por estar cerca de Bogotá, sino el de tener un clima cálido.  Desde ese momento comienza a crecer en forma inusual la demanda de energía y, se acentuaba mas en la semana Santa, donde la demanda pico no era suficiente para sus necesidades, por ese motivo la Electrificadora en la década de los años 70, incluyó  en su Plan ICEL-BIDno solo terminar de conectar a todas las poblaciones del Tolima al sector eléctrico (Plan realizado), y además de  reformar la línea de 34.5KV Flandes-Melgar, una nueva subestación en Melgar cambiando la vieja, construir las líneas de conexión para las poblaciones del Icononzo, Cunday,Villarrica y, reformar las redes urbanas de Melgar y Carmen de Apicala.
Estas obras realizadas en la década del 70 en Melgar, no satisfacío las necesidades de este centro turístico, aumentando  las quejas  porel mal servicio, porese motivo Planeación y Obras a cargo mío comencé a colocar la Obra Flandes-Melgar 115 Kv y la subestación Melgar 115/34.5/13.2 Kv como prioritarias, no tuve eco durante varios años, ya que por los problemas financieros de la Empresa, debidos especialmente en el año 1984 en el gobierno “populista” de Betancourt,  por cambioen el cobro de energía de carga instalada por estratificación bajaron las tarifas en un 40%, dando un “golpe bajo”a las necesidades económicas de la empresa. Pero esto no me impidió conseguir un terreno entre Melgar y Carmen de Apicala para colocar la nueva subestación y comprar algunos postes para la línea de 115Kv, que yacieron durante mucho tiempo sin uso alguno en la zona. Los cambios en la dirección de la empresa, con dirección errática del gerente del Icel, con la llegada de gerentes a la Electrificadora del Tolima, no afines a la región con el beneplácito de dirigentes económicos del Tolima, ente ellos los dela ADT, ANDI etc.., llego el doctor Nicholls quien para llevar a un puesto a un amigo, me solicito el cambio de Jefe de Planeación de Obras aldel Jefe de las Plantas hidráulicas entre ellas Hidroprado, desde ese momento perdí el rumbo  del problema eléctrico del Oriente del Tolima.
En la década del 90 el problema eléctrico de este sector, estallo en un paro cívico que no había forma que el gobierno no encontrara forma de no arreglar este problema. El gerente era Pedro León Gómez, conservador pero venia del sector público, antiguo empleado de la Federación de Cafeteros y muy allegado a la ADT. Su dirección acertada comenzó a mejorar la situación de la empresa, no solo se encontró con los apagones de la presidencia de Gaviria sino también con este problema. El afán de Gaviria para corregir los problemas estructurales, que habían producido las medidas  de los gobiernos anteriores al considerar que el sector eléctrico no necesitaba más ayuda oficial, empleo la constitución del 92 donde le abría el camino a la inversión privada, no encontraron otro medio sino contratar con la nueva forma en el sector eléctrico los BOOT. Comenzaba a oscilar la contratación entre privada y pública, a conveniencia del contratista, además no  se había estructurado su vigilancia estatal.
BOOT (Build, Operate, Own,Transfer) : es una modalidad de contrato según el cual una compañía privada se compromete a construir y operar, ser propietario y después transferir los activos a la administración. Dada la magnitud de las inversiones en esta clase de contratos se suele suscribir por períodos largos de tiempo, 20 a 25 años. En la utilización de contratos como el BOOT es preciso ser cuidadosos en la identificación de los riesgos y repartirlos adecuadamente, de tal manera que la contraparte más capaz para controlarlos, los asuma. Muchas veces los funcionarios del sector público no tiene la suficiente capacidad de valorar los riesgos y por lo tanto los asumen sin tener en cuenta consecuencias perversas que pueden aflorar y que determinan disminución de la eficiencia.
A la convocatoria para la construcción de la Línea 115Kv Flandes-Melgar y la subestación 115/34.5/13.2 Kv se presentan dos firmas; una de Medellín y la otra del Tolima conformada por la Financiera del Tolima y Benhur Herrera. Faltando 15 días Benhur Herrera se retira en forma imprevista de la unión con la Financiera, dejando a esta “en la brocha”. Por lo tanto solo participan dos: La de Medellín y la de Herrera. En la investigación de los papeles que presentan es eliminado el de Medellín, por falta de un requisito banal.  O sea queda como contratista solamente Herrera. Esta adjudicación controvertida, tuvo su punto estelar cuando por ley tenía que llamar a los convocados por ley para expresar como se había adjudicado, el señor Peñaloza gobernador “que en paz descanse” mando un telegrama a los de Medellín a las 10AM para que se reunieran a los 2 PM del mismo día en Ibagué, hecho que no se podía cumplir y, que fue denunciado  ante la procuraduría de la Nación, quien sanciono por perdida de investidura a el señor Peñaloza y a un miembro de la Junta Directiva el señor Cárdenas,  delegado del Ministerio de Minas,  realmente  “el caballo de Troya”, ya que Herrera lo pudo colocar en puestos claves en Icel y el Ministerio que le colaboraba en su contratación, es tanto que Cárdenas renuncia a su puesto y, a la semana ya estaba manejando el proyecto del BOOT, hecho prohibido por Ley y, es el cáncer del país cambiarse sin sonrojo de camiseta, como paso actualmente con el gerente de Enertolima.
El Dr. Pedro León nos reunió a los jubilados para explicarnos la razón de la adjudicación a Herrera, le anote mis objeciones, un contratista que había causado problemas financieros anteriormente a la empresa, como era que hoy le adjudicaban un contrato con esta nueva modalidad. El señor Herrera Ingeniero civil trabajador antiguo de la CHEC, contrato en el año 1984, la construcción de la Subestación San Felipe 220/115K, importante para el Norte del Tolima. Su contrato original fue de $90 millones. Aprovecho hacer una explanada no autorizada, en el tiempo de la erupción del Nevado de Ruiz. Se fue a demanda, y en vista de la necesidad de construir esta subestación para darle un apoyo a la región después de este desastre, se llegó a un acuerdo con el contratista llegando el costo de este proyecto a $500 millones.  Más tarde por afinidad que éltenía con funcionarios del ICEl, se le contrato para la parte de la Electrificadora del Tolima la construcción de la Subestación Mirolindo 220/115/34.5 Kv por un valor cercano a los $500 millones, pero por demoras en el suministro de materiales, el contratista Herrera se declaró en “paro de brazos caídos”, o sea que tenía personal parado perjudicándolo, (personal que estaba trabajando en las subestaciones de la CHEC, donde yo era interventor), por esta razón este contrato llego a $1.200 Millones. Dicen que al perro no lo “” dos veces, pero parece que son puro cuento.
Dicen que lo que comienza mal termina mal y,  esto paso con el proyecto BOOT. Los términos del contrato casi fueron hechos por el contratista, incluyendo  su proyección económica, el cual no solo quedo comprometido originalmente el recaudo de la zona beneficiada sino también todo el Tolima. Mientras el contratista era asesorado por economistas importantes de la U: de los Andes con sendas computadoras, los de la Electrificadora asesorados por personas que desconocían totalmente el nuevo modelo de contratación, usaban simples calculadoras. O sea era una pelea de negociación de “burro” amarrado” contra León hambriento.  .
El contrato originalmente es firmado por casi $6000 millones, favorable 90% al contratista, pues lo dejan diseñar la obra, manejar el alimentador de 115Kv de la Subestación Flandes 115/34.5Kv etc. Esto hizo que el contratista con el pretexto de protección cambio la ubicación de la subestación, disminuyendo la línea 115 Kv, pero alargando los alimentadores de 34.5Kv.  Dije a su tiempo que era como permitirle al ratón comprar el queso que se va a comer. Además con un documento que poseo, se comprometió el contratista para que le adjudicaran el contrato, no pedir adicciones al contrato.
Con todas estas irregularidades el contrato sigue, y es donde el exsenador García afirma haber conseguido un dinero que era una suma cercana al primer contrato, pero no dijoque este dinero era de regalías y que pertenecía a todo el Tolimay,  que por ayuda de él fue entregado para esta obra, que no tenía otro fin sino pagar la deuda inicial. Pero esto no sucede sino le amplían a un nuevo contrato y al contratista le dan este dinero, que en esa época no se supo cómo se usó, lo cierto es que en ese momento aparece el nuevo gerente Hernando Mejía, veterinario, persona que lo único que tenía en su haber era la quiebra del “Fondo Ganadero”, sin ningún conocimiento del sector eléctrico, era como colocarle un “tegua” a un paciente que hasta ahora se estaba mejorando y,  además solo tenía el propósito de colaborar con el contratista.  Su nombramiento es controversial, según el exsenador era candidato de la ADT, no creo pues el gerente  Pedro León era conservador, venia del sector privado y dejo este puesto pues le prometieron un puesto de asesor en ICEl, donde estuvo durante varios años. Hernando Mejía llegaba puede ser por iniciativa privada, pero tuvo la bendición del Ministro de Minas “el mitimiti”, quien era muy allegado a Herrera y el visto bueno político, allí es donde aparece el exsenador.
Comienza el carrusel de ampliación del contrato, de todo lo imaginable, hasta llegar a un valor de casi $35.000 millones. Se contrató la administración de la salida de 115KV de la línea Flandes-Melgar 115KV en la subestación Flandes. En ello se incluía el personal con sueldos en dólares, hasta jardineros, como si fueran a mantener los jardines de la Reina Isabel de Inglaterra, y no el “el charrascal” de la subestación Flandes.
El señor Mejía, con esto no contentó  al contratista y, con la ayuda dela Junta directiva donde estaba el exgobernador García, el gobernador Peñalosa (Rip), la señora eterna representante de la Andi Doña María Cristina Lara (quien manifestó más tarde que no sabía lo que había firmado; otro Samper), el representante de la Federación de cafeteros muy amigo de Herrera (Gracias a Dios que no se presentó como candidato para la gobernación del Tolima)  y, el caballo de Troya del señor Herrera el Ingeniero Cárdenas (representante del Ministerio de Minas) y,  el ex secretario de obras públicas del Tolima yex alcalde del Líbano Ingeniero Besarion Moreno (Rip), quien como constan en las actas de la Junta Directiva se opuso a toda estas adiciones,pero siendo minoría no pudo parar las adiciones, que llego al extremo de querer contratar por este medio, el cambio de contadores de todos los subscriptores de esta zona de influencia, hecho que causo el estallido de los ingenierosde la Electrificadora del Tolima, quienes pararon las actividades, único hecho que no tuvo resonancia en los periódicos de Ibagué, pues algunos de ellos eran afines a Mejía, esto hizo renunciar a este “honorable y buena persona” como dicen muchas personas en Ibagué.
Como consecuencia la Electrificadora se vio abocada a girar casi más de un 40% de su recaudo, mensual hasta llegar a no pago. Esto motivo una demanda del contratista por $150.000 millones, por medio de un abogado famoso de Ibagué, que solo ve sino su bolsillo, termino en un fallo judicial en casi $70.000 millones. De $500 millones una obra termina en $70.000 millones. Puede ser que los trabajadores tuviera alguna culpa en el fracaso de la Electrificadora, pero comparen; las dos liquidaciones a los trabajadores llego a $30.000 millones, consecuencia de casi 50 años de trabajo, mientras el BOOT costo $70.000 millones en un periodo de 5 años.
Señor excongresista García, la zona del BOOT necesitaba la obra, pero no esa infraestructura adecuada para el bolsillo el contratista, ni tampoco con todas esas irregularidades que se presentaron y, la quiebra de la electrificadora, que el señor Peñaloza gerente posterior le dio el “tiro de gracia” con una contratación sin necesidad de $30.000 millones, quince días antes de ser destituido.

Lo triste es que la justicia es para los de “ruana”, vea el caso aberrante de los Nule y, la adjudicación  de Enertolima