lunes, 3 de marzo de 2014

TOLIMA EN LA ENCRUCIJADA DE LA AGRICULTURA.
  Vuelve y juega..
   En el pasado Foro económico auspiciado por la emisora “Ecos del Combeima”, donde asistió la plana mayor de la dirigencia política y económica del Tolima, y cuyo objetivo principal era buscarle una salida económica futura al Tolima y un mejor futuro, tuvo como panelistas a la decana de Economía de los Andes Dra. Ana María Ibáñez, al Dr. Guillermo Botero director de Fenalco Nacional y del director de la Cámara de Comercio de Ibagué; Dr. Silverio Gómez La conclusión es que somos un departamento agrícola y que debemos seguir obsesivos en la agricultura, además de la agroindustria, Vuelve a salir lo  que dije hace 20 años aproximadamente en mi libro “Tolima en la encrucijada de la agricultura”,  ganador del único premio que dio la Cámara de Comercio en su concurso de historia económica del Tolima en el año 1993,  al  cumplir sus 75 años de su vida,
   Fuera de todo, gente, vocación, tierras, etc., la agricultura nunca ha sido en ninguna parte del mundo una locomotora sostenible para alcanzar un desarrollo económico y,  que  lleve al departamento a un desarrollo económico estable, sino se cambia los métodos actuales, desde la tenencia de tierra  hasta el comercio, para disminuir el desempleo y,  alcanzar sus beneficios colaterales, hasta ahora no ha servido ni siquiera  su valor agregado para la Industria y la Tecnología, como hizo Antioquia,  Hace  casi 15 años,  el director actual de la Cámara de Comercio de Ibagué; Silverio Gomez en un artículo en el periódico “Siete Días (lamentablemente desaparecido) que me refutaba sobre lo que yo había dicho sobre un artículo de él sobre las tarifas de Electrolima (EnerTolima) decía:

   Más que los 20; años que estuvo como Jefe de Planeación de Electrolima, a Neira se le reconoce su importante ensayo "El Tolima en la encrucijada de la Agricultura", publicado hace siete años por Pijao Editores, así la discrepancia sea total al renegar él de la vocación agrícola regional porque "la agricultura es una utopía en el estado ac­tual del mundo como para recibir de ella el desarrollo económico que deseamos". (Gómez, 1999),
  
    Realmente en primer lugar no reniego de la agricultura en el Tolima,  antes al contrario  participe en muchas de sus actividades: Ganadero, lechero, productor de queso y ajo, en Roncesvalles (Tolima), cultivador de arroz, sorgo, algodón en el Espinal, panelero en el Rovira y Fresno. Fundador con Bernardo Vila Q.E.P (uno de los dueños de la urbanización del “Vergel” de Ibagué) y otros de “Asopanela del Tolima”. Premio Nacional (bandeja de plata) en un congreso en Medellín por inventar el molde en madera (gavera) para producir panela en pastillas etc... y en su segundo lugar sigo insistiendo en mi posición. La agricultura es un medio no un fin.
    Para hacer un análisis de nuestra situación actual en este aspecto, tomamos los datos del año 2011 (Ministerio de Comercio, Industria  y Turismo)  sobre el Tolima.
  Enumeramos en primer el lugar los cereales que producimos, de mayor a menor producción, las toneladas que producimos y lo que produce la nación, además la ´posición nacional de algunos productos: Arroz riego, Plátano, Maíz tecnificado, Caña Panela, Arracacha, Papa, Maíz Tradicional, Algodón semilla, Yuca, Fríjol, Sorgo, Algodón fibra Cacao, Maní, Tabaco Rubio, Ajonjolí.
Producción del Tolima (anual-Total 2011) un millón de Toneladas, Producción Nacional  30 millones de Toneladas.
Primer Puesto Arroz Riego.
Noveno puesto Plátano.
Primer productor de sorgo.
Primer Productor de maní.
Primer productor de arracacha,
Segundo productor de algodón,
Segundo Productor de frijol.
Noveno Productor de café (En trilla y grano verde).
     En segundo lugar los cereales que producimos, de mayor a menor producción, las toneladas que producimos y lo que produce la nación, además la ´posición nacional de algunos productos; Mango, Aguacate, Limón, Banano, Papaya, Naranja, Guayaba, Guanábana, Lulo, Tomate de árbol, Mora, Curuba, Granadilla, Patilla, Maracuyá, Mandarina, Piña, Pitahaya, Mamoncillo, Uchuva, Brevo, Ciruela, Anón, Toronja, Melón, Producción Tolima (anual-Total 2011)  215 mil toneladas mientras la Nación 3.5 millones de toneladas. Participación en el mercado Nacional;  6.1%
Primer productor de Anón, Guanábana y Toronja 
Segundo productor de Brevo, Curuba y Mamoncillo.
El cuarto productor de Ciruela, Granadilla y Lulo
    En tercer lugar las hortalizas que producimos, de mayor a menor producción, las toneladas que producimos y lo que produce la nación, además la ´posición nacional de algunos productos; Tomate, Repollo, Zanahoria. Arveja, Cilantro, Ahuyama, Habichuela, Cebolla Junca1, Pepino Guiso, Cebolla Cabezona,
Producción Tolima (anual-Total 2011) 72 mil Toneladas. Nacional 1.9 millones de toneladas. Participación en el mercado Nacional;  4%   
Segundo productor de Cilantro,  
Tercer productor de Pepino Guiso,
Cuarto productor de Arveja y Repollo.
Quinto productor de Habichuela y Zanahoria.
Sexto productor de Ahuyama,
Noveno productor de Cebolla Cabezona,
Decimo  productor de Cebolla Junca
    De muchas de estas frutas, cereales y hortalizas somos los primeros cultivadores, pero la cantidad total está muy por debajo de la producción Nacional, además se aprecia aunque somos productores agrícolas de numerosos cereales, hortalizas y frutas, es como un estante lleno de pequeños productos, con excepción del café y a veces del arroz, dan empleo a veces localizado espontaneo, pero no han dejado un valor agregado suficiente al departamento para jalonar su desarrollo económico y, cuando sucedió esto en el siglo XIX, lo hizo a favor de la Nación, además estamos suscritos a mercados pequeños, no somos capaces con esa producción competir en mercados nacionales menos internacionales, además el mercado internacional si vamos a la agroindustria (sino son productos industriales), según tendencias actuales, no quieren productos procesados sino naturales. Y el valor entre uno y otro no justifica procesarlos.  O sea que la Agroindustria la esperanza de un  valor agregado va perdiendo su puesto en los merados mundiales actuales (comida sana).  
    Hay excepciones, en pequeña escala, el esfuerzo que hace numerosos cafeteros produciendo cafés especiales, que ganan mercados internacionales por su excelencia, muchas veces sin ayuda gubernamental ni menos política, muestran que  existen personas que siguen adelante sin importar los obstáculos que se presenten y,  no van a ningún “muro” de lamentaciones ni mucho menos a decir referente al TLC “esas uvas están verdes”.
     Para afirmar como es comercializar internacionalmente, tengo una experiencia: Como “ajero” se me ocurrió ofrecerlo pulverizado al mercado de los Estados Unidos, conseguí unas muestras, Proexport de esa época me las mando a ese País, ya había fracasado en ofrecerlo en “rama” a países de las Antillas donde comen mucho ajo, o a la Costa Atlántica donde se competía con un ajo bastante grande de Venezuela, y precio menor. No sé si todavía se cultiva con el desastre “Chavista” El ajo en los Estados Unidos lo usan para producir productos cosméticos para las mujeres, analizaron la muestra y me mandaron el pedido, 50 toneladas mensuales, no sabía si reír o llorar pues en la zona de Roncesvalles a duras penas se producía una tonelada semestral.  
   Desde cuando fue creado el departamento del Tolima por Mosquera, cuando subía hacia la Sabana de Bogotá a tumbar al presidente Ospina, para tener una barrera natural contra el avance de los Antioqueños, mientras Juan José Nieto el único presidente designado afroamericano (no aparece en la historia oficial)  le protegía “la espalda”  en la Costa Atlántica, Tolima comenzó a usar la agricultura como objetivo económico para su desarrollo en el siglo XIX.
    Comenzamos con el Tabaco, cuya zona fue Ambalema donde todavía hay vestigios de esa bonanza; mandábamos la hoja a Alemania, muy apetecida con precios excelentes de acuerdo a la política de “laissez faire” mal interpretada en Colombia como una libertad en el comercio, impulsada por presidentes radicalistas liberales; masones comerciantes, llego a la cúspide y se desplomó; las razones son varias; competencia, precios, bajón en la calidad etc.. Al Tolima solo le dejo recuerdos de los bacanales los sábados y domingos por la plata que circulaba, mostrado algo diferente de lo que manifiesta una diputada con el ánimo de satanizar la minería actual, que esta atrae los desenfrenos sexuales. Le dejo a Colombia los bancos y unos terrenos donde pudo pastar numerosas reses, que sirvieron para que por primera vez la carne de res abundante llegara a la mesa de la mayoría de los colombianos
  La quina siguió al tabaco, una planta de bosque no era cultivada sino “extractiva”, como lo sería más tarde el caucho, un milagro de Dios,  usada contra el paludismo, enfermedad epidémica  en América en las zonas tropicales, sino también en la parte sur de Europa.   Acabaron su producción cuando acabaron con los bosques donde existía esta planta
   Seguimos con el añil o índigo  un colorante de uso predominantemente textil que lo llevábamos a Inglaterra y Francia, tuvo un auge efímero, nos dio  un valor agregado mucho menor al del Tabaco y la Quina. Necesitaba mucha humedad y abonos. Secaron la tierra y se acabó su producción.
   Por fin al terminar el siglo XIX, Colombia encontró en el café, el producto “locomotora”, con todos sus vaivenes de precios que ha jalonado mal o bien nuestro desarrollo económico durante  años; vacas gordas y vacas flacas, con el error de sus dirigentes de la Federación de Cafeteros que trataron no solo de suplantar el Estado, sino meterse en multitud de negocios que no eran realmente sus objetivos, como consecuencia los llevaron a la situación actual. No pusieron cuidado al dicho  popular y muy sabio; “Zapatero a tus zapatos” Cosa que aprendí dolorosamente.
    La solicitud de Silverio de separar la trilla de café  al cultivo no le veo el fin, pues el análisis debe hacerse en toda la cadena del producto, para mostrar su competitividad. 
    No podemos seguir acostados en una hamaca, oyendo bambucos, tomando chicha, esperando el folclor  y diciendo en su dejo nativo “oiga opita, de eso tan bueno si darán algo” sin hacer ningún esfuerzo para conseguirlo.