El pacto agrario, un paño de
agua tibia.
Parte
II.
Historia
No
podía dejar en el tintero lo que ha sido el devenir de nuestros campesinos. El colombiano
que diga que no tiene sangre campesina, está mintiendo. En la oleada de
Europeos que llegan a América, en la Conquista no solo llegaron aventureros
sino muchos que vinieron a buscar el “oro”, pero llegaron tarde y se
encontraron que como pobres no importaba que fueran indígenas o blancos, su subsistencia
para no volver a Europa, con el “rabo entre las piernas”, tenían que hacer lo
mismo que en sus tierras de origen, ya no bajo un régimen “feudal”, sino con
alguna libertad, donde no se tenía que
dar razón alguna, sino también no entregar la “pernada” de su esposa e hija,
además con extensos terrenos para cultivar, no importa ser siervos en forma
diferente no tenían que entregar todo sino una parte a los famosos encomenderos, personajes que no
trabajaron nunca la tierra, pero la usufrutuaron, pues era un deshonor labrarla.
Se van acomodando durante años, esquivando la pobreza y la subsistencia, llevando
a los mercados precarios, alimentos con los cuales sobreviven los señores,
empleados públicos y siervos.
En
este mundo nuevo existe más libertad, algunos historiadores afirman que aquí no
existió el verdadero feudalismo, fue un tiempo de calma y sosiego que se llamó
“Colonia”, solo impuestos para sostener
burocracia y guerras lejanas.
El Tabaco comenzó a ser el cultivo de
prosperidad y, como prospero le llegaron sus impuestos, aunque muchos no cuenta
que los monarcas quisieron proteger a
los pequeños cultivadores, como no lo hacían
con los grandes cultivadores del tabaco, quienes fueron los que realmente se
levantaron y, arrastraron a los pequeños campesinos a la revolución y, luego en
unión de funcionarios, Iglesia Católica
los traicionaron con Tedeum y todo.
Antonio
Galán y compañeros pagaron su osadía, con muerte inhumana aunque Galán se ha descubierto estudio en la Universidad
o, sea que había hecho el juramento de sangre, por tener descendencia Española.
La mayor parte de los que fusilo Pablo Morillo fue por haber violado este pacto
de sangre, no como se dice por su ferocidad.
Sigue
luego unos años de paz romana y, de un momento a otro en un domingo los
campesinos reunidos en la plaza de Bolívar donde vendían sus productos oyen un
murmullo que los hace reunir por curiosidad y, luego como toda “manada” se unen
al bochinche muchos sin saber porque,
gritan contra las autoridades, luego se apaciguan pues ha terminado el día
y labor y se retiran a sus hogares, Este es el famoso grito de la
Independencia, Es tanto, que nuestro
prócer Carbonell tiene que reunir al otro día a las gente de los barrios bajos, para que
sigan con ese bochinche, ya que la participación campesina ha terminado y la
participación ahora será con gente de la barriada santafereña.. Carbonell es
una de las personas más curiosas de nuestra historia, había leído sobre la
revolución Francesa y quería seguir los mismos pasos, ejecutar al Virrey y
Virreina. Esto no lo pudo hacer, en cambio causo vejámenes contra ellos,
causándole por este hecho más tarde su fusilamiento, por Pablo Morillo.
El
campesinado y la mayor parte de la población pobre del país estaban con el rey,
como por ejemplo; Agualongo, Nariñense, quien se opuso en forma sangrienta a Bolívar,
le causó daño a Mosquera y fue ejecutado, por lo tanto para ellos esa libertad les causo más males
que bienes, empezando que las leyes que proclamaron eliminar a favor de ellos,
solo fueron eliminadas en el Radicalismo Liberal 50 años después del grito de
Independencia, como se dice actualmente solo cambiaron los ocupantes de los
carros oficiales. Comenzaron las levas donde los gamonales y los curas de los pueblos
ayudaban a reclutar campesinos para ambos bandos, Cuando bajaban a ofrecer sus
productos, los cogían. Esto produjo escasez y encarecimiento de los productos. Muchos tuvieron que esconderse con sus familias,
Otros reclutados casi como esclavos, como pasaría en las numerosas revoluciones
iban con sus esposas o amantes, como las famosas “Adelitas” acompañados en
condiciones inhumanas para su subsistencia y bienestar, esperando que una bala
los sacara de esa vida tan miserable en nombre de una libertad incógnita.
Se termina la Independencia donde miles de colombianos por el “ego” de
unos libertadores mueren en el campo de batalla donde la gloria sola la llevan
los que mandan pero ellos como campesinos y pobres, deben regresar a sus tierras a veces mutilados
y más pobres de lo que se fueron.
La
guerra de los Supremos, las revoluciones sucesivas incluyendo la que propicio
la Iglesia Católica con el partido conservador, la guerra de la educación de
1876, donde muchos campesinos iban en batallones y con estandartes con nombres de
santos. Iban a una guerra como se manifestaba contra los enemigos de la Iglesia y sus costumbres
ancestrales: radicalismo Liberal, ateos,
masones, anticristianos y que un Obispo manifestó cuando le reclamaron porque
esa guerra, contesto sin inmutarse; “que
prefería ver morir miles de fieles pero no la fe” un fundamentalista moderno.
Una guerra donde por primera vez se usó en Colombia, la ametralladora y la
trinchera y, en donde aproximadamente murieron 10.000 personas, no se sabe cuántos
mutilados heridos que generalmente son tres
veces más.
El
campesino sigue participando a la fuerza en muchas más revoluciones, entre el
Estado y contra el Estado, para alcanzar el poder de los que lo oprimen y los
puestos públicos, pues se decía que solo con las guerras se conseguía el poder.
El
auge del Tabaco, la Quina y el Añil solo le sirve para derrochar el dinero
duramente conseguido, como paso con el Tabaco en las calles de Ambalema donde
habían orgias sabatinas como muchos narran, esto contradice lo que dijo una
diputada actual del Tolima, cuyo nombre por su ignorancia histórica no me
quiero acordar, quien manifestó, que la
minería atrae la prostitución y sus lacras, señora diputada y despistada, no solo la minería atrae esto, lo atrae toda
riqueza espontanea, hasta la cogida de café. Esto son nuestros ilustres
diputados. De todo este auge tabaqueño, quedaría
los primeros Bancos y, las dehesas de ganado que pudieron pastar en estas
tierras y, por fin le llego carne vacuna a la mesa del campesino.
La
desamortización de las “manos muertas” (bienes raíces inalienables que no
producen ningún derecho de permuta) de
la iglesia, auspiciado por Mosquera y Núñez (como Pilatos se lavó las manos de
esto) que le quitaron las tierras improductivas a la Iglesia, acumuladas por
años por pago de penitencia y el derecho al cielo de muchos feligreses, cuya
intención original era que quedara en manos de campesinos, quedaron todo lo
contrario, en los poderosos ricos conservadores y liberales, sin impórtales la excomunión
que expidió la iglesia para quien lo hiciera, Esto le causo el golpe de Estado
a Mosquera, quien quiso en su quinta presidencia corregir esta adjudicación y
la corrupción, pero sus amigos radicalistas que habían
aprovechado esta adjudicación corrupta, lo destituyeron, para evitar cualquier
corrección. Quisieron ante el Congreso acusarlo de todo lo imaginable, pero la
verdad era otra, solo lo pudieron expulsar al Perú, donde volvió luego, para
morir más tarde.
A
la mitad y final del siglo XIX, al campesinado colombiano le sucede la mejor
época de su historia, la famosa “colonización antioqueña”, la expansión mas
importante socioeconómica, donde el
campesinado especialmente antioqueño, avanzo hacia el sur de Colombia, por
ambos estibaciones de la cordillera Central, llegando por un lado hasta Cauca y
por la parte del Tolima hasta la población de Roncesvalles. Este movimiento
llevo toda la cultura antioqueña, desde sus costumbres alimenticias: Maíz,
cerdo, frijol .mazamorra hasta formas culturales: religión Católica, educación,
hasta llevaban “fufurufas” para protección según las familias de sus hijas.
Encuentran en el café el único producto agrícola, Agroindustrial de
exportación, que les marco su bienestar económico no solo a ellos, sino a
Colombia. Este episodio más las reformas medias agrarias
de López en la década de los años 30 del siglo XX, colocaron al campesino como
un grupo importante en el futuro del país.
En
la regeneración al Campesinado no le fue bien, las medidas económicas de Núñez
quien controlaba el país desde Cartagena permitió emitir billetes a diestra y
siniestra, cn corrupción y con exclusión del partido liberal causaron primero
la guerra donde se terminó un periodo que muchos no comprendieron, la del
radicalismo Liberal y luego la guerra de los mil días donde 1000.000
colombianos ofrendaron su vida, donde numerosos campesinos cayeron sin
comprender el significado de liberal o conservador. Pero para consuelo de
tontos, no les fue mejor que aquellos campesinos que se convirtieron en
Artesanos. Los artesanos que participaron en la revolución de Melo, que los
historiadores oficiales denominan “dictador” que no lo fue y, un Bogotonazo donde aparece Marcelino Gilibert francés quien
estaba organizando la policía, donde se enfrento a violentos disturbios que
vivió Bogotá entre el 15 y el 17 de enero de 1893, en los que hubo numerosos
heridos y más de 50 muertos. La policía fue uno de los blancos de la turba:
escuchó repetidos abajos; cuatro de las seis comisarias cayeron en poder de los
amotinados; el cuartel general resistió el asalto de la multitud debido a las
descargas de fuego disparadas desde los balcones; un agente resultó muerto y otros
heridos; y el ejército tuvo que hacerse cargo del restablecimiento del orden.
La inusitada furia popular expresaba el rechazo a que los policías controlaran
las horas de expendio de chicha, a que disolvieran los corrillos callejeros y a
que obligaran a los peatones a caminar por la acera derecha. Era también
resultado del cobro de multas, del rechazo a la recolección de
"chinos" de la calle para llevarlos a trabajar (marcados con tinta
roja) a las haciendas cafeteras y de los enemigos de la Regeneración que veían
en la Policía un nuevo instrumento de represión política. la represión es
violenta, reciben todo el castigo desterrándolos a una isla de Panamá, donde
nunca regresan. Es una pena de muerte disfrazada; Paludismo, malaria, fiebre
amarilla, hambre y castigos recaen sobre ellos, al contrario de los promotores
que solo recibieron destierro y, luego
más tarde regresaron al país.
Unos
años en paz oscilando con el precio de
café, siempre prevaleciendo las escaramuzas en épocas de elecciones, donde mueren
los unos y los otros, siempre campesinos que llegan de sus hogares a la parte
urbana a votar.
La guerra de España eleva los odios de la iglesia contra el partido liberal y, se unen los
conservadores por ansia de poder. Para los historiadores modernos, esta guerra
es la base para nuestra actual violencia como lo dice un historiador Williford Thomas
J americano en su libro “Laureano Gómez
y la masonería” Por división del partido
liberal pierde el poder y, el conservatismo en unión de la iglesia católica, en
forma equivocada y maligna tienden afianzar su poder en las regiones donde no
lo tenía, asolando y desplazando gentes. Son horribles las muertes y asesinatos,
tanto que Gaitán produce su famoso discurso de rechazo a esta violencia
auspiciada por miembros del gobierno, lo cual lo colocan como enemigo público número uno del
gobierno de Ospina, como consecuencia es su muerte, aunque su muerte se le atribuyó a
Roa, que todavía se duda.
Se
comienza la violencia violenta donde el departamento del Tolima, fue el más perjudicado, tanto que por compensación
el gobierno le construyo Hidroprado, construcción que otro gobierno el de
Uribe, se lo quito sin explicación alguna, favoreciendo a funcionarios corruptos
y compradores.
Esta
violencia llevo a los crímenes más horrendos de la humanidad, Con estos ojos vi
en Ortega (Tolima) la llegada de un pelotón de policías que descargaban en
mochilas numerosas orejas, trofeos quitados a humildes liberales, estas daban ascensos en las manos de un asesino llamado Cecilio Hernández que si
viviese debía ser llevado a la Corte Internacional por crímenes de guerra y
también si existen, no creo, a los que propiciaron. A la gente no se les puede
olvidar que cuando fue asesinado el quesero “el Cóndor” asesino de miles
campesinos Liberales, el general Pinilla le rindió honores.
Estas
masacres sin ton ni son, terminaron cuando los que causaron todo esto pactaron
una tregua sobre multitud de cadáveres. Cuenta nueva y perdón, para nuevamente
comenzar contra los campesinos y, nuevamente vamos hacer lo mismo como si la
experiencia negra no nos dice lo contrario. “Tiro Fijo” se indigesto con el
libro “El Capital” no lo pudo asimilar confundió la filosofía con la realidad
y, añorando a sus gallinas y recordando a los “chulavitas” que hacía años no
existían murió en su ignorancia, además como salvador de los campesinos los hundió
en la violencia, la cual comenzó y no supo terminarla ya que se unieron a su
alrededor apologistas como los amargados frustrados “mamertos” y otros que
proclamaron la lucha armada para llegar al poder como “Cano” y, asesinos hechos
como el “Mono JoJoy”, causo la aparición del paramilitarismo que fue peor, pues nuevamente el campesino que creía en “Tiro
Fijo”, cayó en la trampa y el salvajismo contra ellos reapareció en el ejército,
policía, paramilitares y, en la mal llamada guerrilla. FARC, ELN, etc. Todas
las plagas del apocalipsis se juntaron. Lo
admirable fue que siguieron cultivando..
Ahora
cuando pueden volver a sus tierras con miedo e incertidumbre, se encuentran que
por fin pueden expresar su sentimiento, dudas, reclamar y, esperar después de casi
200 años su futuro sea más próspero y,
que el gobierno presente, cumpla y ejecute las acciones solicitadas en
beneficio de todos los colombianos y, no
para unos cuantos; los poderosos ricos y políticos y, que la igualdad expresada
en la revolución francesa sea para todos los colombianos en las leyes, como
quiso hacerlo el radicalismo Liberal. Pero
lo peor es que un gobierno Liberal, que debía reconocer que las protestas
agrarias eran justas, hace todo lo contrario nombra un Ministro de Agricultura
que no busca justicia sino venganza. Es como nómbrale a los Gay, como defensor
al Procurador.