martes, 28 de junio de 2011

El día de San Juan, un día universal.
Para los tolimenses el día de San Juan el 24 de Junio es un día muy especial, donde celebramos nuestro folclor la esencia de ser tolimense, con lechona, tamales, que representan los símbolos gastronómicos tolimenses. Para la gran mayoría de Tolimenses, no conocen cual fue su origen cristiano y universal.
Para los paganos este día es el solsticio, donde la distancia angular del Sol al ecuador celeste de la Tierra es máxima. Es el verano, pero esto tan solo es cierto para la mitad del mundo o, mejor dicho, para los habitantes que viven por encima del ecuador (en el hemisferio norte) ya que para los del sur el solsticio es el de invierno, pero esto no excluye al resto de la humanidad, pues  la fiesta de San Juan es patrimonio del mundo cristiano.
Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de Europa encendían hogueras en sus campos para ayudar al Sol en un acto simbólico con la finalidad de que “no perdiera fuerzas”. En su conciencia interna sabían que el fuego destruye lo malo y lo dañino.. Se ha asociado esta festividad al solsticio de verano, Este simbolismo era compartido por pueblos distantes, separados por el océano Atlántico. Es el caso de los viejos incas en Perú. Los dos festivales primordiales del mundo incaico eran el Capac-Raymi (o Año Nuevo) que tenía lugar en diciembre y el que se celebraba cada 24 de junio, el Inti-Raymi (o la fiesta del Sol) en la impresionante explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco. Justo en el momento de la salida del astro rey, el inca elevaba los brazos y exclamaba: “¡Oh, mi Sol! ¡Oh, mi Sol! Envíanos tu calor, que el frío desaparezca. ¡Oh, mi Sol!” Este gran festival se sigue practicando y representando hoy en día para conmemorar la llegada del solsticio de invierno, con un claro tinte turístico. Los habitantes de la zona se engalanan con sus mejores prendas al estilo de sus antepasados quechuas y recrean el rito inca tal y como se realizaba (más o menos) durante el apogeo del Tahuantinsuyo.
Uno de los monumentos más enigmáticos de la humanidad relacionado al solsticio de verano es el “Stonehenge”  un monumento megalítico, tipo crómlech, (Un crómlech o crónlech es un monumento megalítico formado por piedras clavadas en el suelo y que adoptan una forma circular o elíptica, cercando un terreno) de la Edad del Bronce (2.500 años A.C) en Inglaterra La finalidad que tuvo la construcción de este gran monumento se ignora, pero se supone que se utilizaba como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico que servía para predecir estaciones. En el solsticio de verano, el Sol sale justo atravesando el eje de la construcción, lo que hace suponer que los constructores tenían conocimientos de astronomía.
La noche y el amanecer,  dedicados a “San Juan” fue un gran esfuerzo por cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esta mágica jornada, en la que todas las sociedades tradicionales de Europa colocaban en marcha numerosos rituales de antiguo origen y profunda funcionalidad cultural. La fiesta no es específica de localidades concretas, sino que se extiende por toda Europa con diversas variantes.  Un personaje–símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración.
¿POR QUÉ SAN JUAN BAUTISTA?: San Lucas narra en su Evangelio que María, en los días siguientes a la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando ésta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo. (de hoy en seis meses - el 24 de diciembre - estaremos celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús). Desde entonces se señaló esta noche como la de San Juan, muy próxima al solsticio de verano que ha heredado una serie de prácticas, ritos, tradiciones y costumbres cuyos orígenes son inmemoriales en toda Europa y se han extendido por muchos pueblos de América. Lo paradójico del asunto es que el 24 de junio se celebra la fecha del nacimiento del Bautista, que en realidad no debería festejarse porque de los Santos siempre se recuerda el día de su muerte. San Agustín hace la observación de que la Iglesia celebra la fiesta de los santos en el día de su muerte, pero que en el caso de San Juan Bautista, hace una excepción y le conmemora el día de su nacimiento, porque fue santificado en el vientre de su madre y vino al mundo sin culpa. Es digno celebrarse su nacimiento, ya que fue motivo de inmensa alegría para la humanidad tener entre sus miembros al que iba a anunciar la proximidad de la Redención.
El nombre JUAN: Procede del hebreo Yo-hasnam, con el significado de “Dios es misericordioso”. Otra etimología muy cercana es la de Jo-hanan o Jo-hannes, que significa “Dios está a mi favor”. San Juan Bautista es el príncipe del santoral cristiano: es el único santo del que se celebra el nacimiento y no la muerte, y su fiesta, el 24 de junio, es una fiesta solar, de luz y de fuego, decantación de los más antiguos ritos de la humanidad en la más grande de todas las fiestas.
La masonería al contrario de lo que muchos afirman, que es atea, enemiga de la Iglesia, lo cual no lo es, tiene su día especial, en el día de “San Juan”, donde renuevan sus dignidades,  esto se debe a que en la Edad Media el ya entonces “San Juan” de los cristianos fue adoptado como “santo patrón” de los “Collegia Fabrorum de artesanos”  y luego de los constructores, masones operativos, de donde pasó a la masonería especulativa desde su mismo surgimiento, a principios del Siglo XVIII. Desde entonces y hasta la fecha, la Francmasonería asimiló a Janus (Filológicamente el nombre JUAN, en Hebreo Johan, en Griego Joánes, en Persa Jehan, en Francés Jean, en Inglés John, en Alemán Johann, cuyo radical es la voz semítica JAN),   dentro de su estructura simbólica,  celebra en su honor las fiestas de Solsticiales,  marcando algunos ceremoniales alusivos.
En 1790 el gobernador de la provincia del Tolima, don Lucas de Herazo ordeno la celebración de una fiesta especial como acción de obediencia al Rey de España. Se trataba de un jolgorio que se prolongaba durante 10 días en el mes de junio ordenándose una serie de actividades en las que intervenía el pueblo. Una de estas actividades era la corrida de toros. También había participación de “mojigangas” que vienen a corresponder hoy día a las comparsas que debían contar con la participación del pueblo. Estas fiestas nacieron con el fin de celebrar "La Jura". Así se le llamaba entonces a la actividad de obediencia y respeto al Rey de España.
Participaban todos los pueblos de la provincia regido por la parroquia de cada uno. La tradición se extendió a punto de que el “San Juan” era una fiesta rural y el “San Pedro” una fiesta urbana; pero ambas estaban unidas por varios días de regocijos continuos.
Las fiestas duraban antiguamente ocho días distribuidos así: el 24 de junio “San Juan”, el 25 “San Eloy”, el 26 “San Eloicito”, el 27 “San Churumbelo”, el 29 “San Pedro”, el 30 “San Pablo” y el 1 de Julio, “San Pablito”, “San Churumbelo” y “San Churumbelito”. El “San Juan”, 24 de junio, las campesinas amanecían estrenando en aguas de olán florido, vistosos collares de peonías espaciados con cuentecitas de azabache, escotes con pasamanerías y muchos encajes y perendengues.
Si queremos conservar nuestras tradiciones la fiesta de San Juan tenemos que hacer un esfuerzo para transformarla a una fiesta rural, donde este sector tenga una gran participación, pues tristemente estas fiestas han terminado sin entidad,  una mescolanza de jolgorio, sentido netamente comercial de lo más bajo auspiciado por el Estado cantinero, licor, borracheras, medio ambiente deteriorado por los fluidos de hombres y heces de  animales  etc. , con un desorden alargado en su tiempo, haciendo que estas fiestas terminen hasta ahora en una gran “guachafita”, como decía mi paisano Emeterio. Para terminar pregunto, Que tiene que ver las cabalgatas con el Folclor?. La demostración de soberbia del amo ante sus vasallos?