lunes, 27 de septiembre de 2010

La economía colombiana  mejoro con la Independencia?
Todos piensan que al quitarnos el “yugo español”, el bienestar económico de los colombianos mejoro, pues se entendía que la carga tributaria colonial opresiva como señalan nuestros historiadores, quedaría anulada para que se transformara en inversión y desarrollo.  Sinceramente no sucedió, fue todo lo contrario, al perder las soportes de un gobierno estable, puede ser para algunos tiránico, que no dio formas a que los colombianos pudieran gobernarse solos,  nos paso lo mismos pero en mas pequeñas proporciones lo que paso en África en el siglo XX, cuando las republicas Europeas se retiraron de sus colonias, nos arrojaron a  un “salto al vació”.  Se ha mostrado que no importa las iniquidades políticas y sociales que se tengan,  pero si hay inestabilidad política no hay avance económico alguno, como paso casi en todo el siglo XIX en Colombia. Por eso los tolimenses tenemos “el síndrome de las guerras civiles”, guardamos en bancos nuestro dinero, en lugar de invertir.
Al terminar el siglo XVIII con las reformas de los Borbones, y la rebaja de los impuestos a nuestro único producto explotador que era el “oro”, hizo que esta medida mejorara las condiciones económicas del país en comercio interno y externo, creciendo la economía  hasta llegar al grito de la Independencia.
 La Independencia produjo  caos económico, hubo un retroceso en el ingreso por capita,  tanto que quedamos rezagados comparados con los Estados Unidos. En un trabajo reciente, Croatsworth llega a la conclusión de que “las regiones de América latina que se hallaban  bajo el control efectivo de los españoles y portugueses gozaban, probamente, de un nivel de ingresos por capita parejo a la Europa Occidental, y al menos igual al de las colonias británicas que avanzado el siglo XVIII se convirtieron en los Estados Unidos” ( Coatsworth John, “Structures, endowments, and institutions in the economic history et Latin America)
De acuerdo a economistas que han estudiado el comportamiento económico de América en los siglos anteriores,  en el año 1.700 el ingreso por capita (PPA)**  de la América Latina continental era de 521 US  y en Estados Unidos de 527 US , comparado con el año 2009 donde el ingreso por capita (PPA)**  de los Estados Unidos es de 46.436 US  y el de Colombia de  8.870 US, es una brecha económica grande. Algo paso en la era independiente y en el siglo XIX, algunos historiadores manifiestan, que es la consecuencia de la herencia de las inequidades de la Colonia, donde siguieron sin cambio alguno en la Republica las desigualdades sociales,  solo se hizo un cambio de dueño con miles de muertes inútiles.
Para desgracia para nosotros, la historia del espíritu capitalista se halla íntimamente ligada a la historia de los sistemas religiosos y de las iglesias, en sentido que unas veces han detenido su desarrollo,  otras en cambio las han fomentando, es el caso de España donde el interés de la religión fue tan marcado que anulo todo otro desarrollo. …  El héroe nacional español es el menos capitalista de la historia mundial: el último caballero andante es el simpático y gentil  Don Quijote. ( Werner Sombart, “El burgués”). Mientras las iglesias protestantes claman que el premio del trabajo esta aquí en la tierra, la iglesia católica como los musulmanes  predican  un premio mas allá,   incluyendo las mil vírgenes, con resignación en la pobreza.  Pero esto solo es   medias verdades, Francia e Italia donde también influía la religión católica , tuvo un desarrollo economico diferente, puede ser que los Españoles y sus descendientes por tener sangre árabe eran mas fundamentalistas en religión y proceder.
El levantamiento de los comuneros años antes de la Independencia por impuestos, sus protagonistas principales fueron agricultores, que fueron traicionados por la iglesia y la oligarquía Santafereña.  Pero si se observa los personajes que intervinieron en el famoso grito de la Independencia la mayoría era abogados desocupados, cuyo numero aumento por la reforma Borbónica, funcionarios  de segundo orden en el virreinato, pocos comerciantes, dueños de fincas, algunos sacerdotes, pero no habían agricultores pues la  agricultura representaba un oprobio que no convenía al hombre de buena cuna, de acuerdo al español o el patriota que aspiraba serlo. Esto resultaba incomprensible al espectador extranjero, ya fuera italiano, holandés, francés o ingles, pues  a esto le achacan  la pereza española: pues todos presumían de nobles, y así aspiraba la clase emergente santafereña.
Se manifiesta además que un retrazo de 30 a 40 años mas de esta Independencia se había encontrado con un escena mas propicia para tener una libertad política y económica si tantas muertes, ni caudillos, donde protagonistas como el rey absoluto Fernando VII estaba muerto, se había evitado acabar  la ilusión de tener un cambio sin traumatismo. Tristemente se apresuraron porque?, hay un indicio, a los tres meses de este grito que celebramos como inicio de nacionalidad, abrieron los resguardos que habían sido protegidos por la Corona Española, esto para poder usar a miles de indios sin costo alguno en sus negocios, fincas y como servidumbre. Quien se quito el “Yugo español”, para ponérselo a otros?.
En contravia de los que se rasgan las investiduras con falsos nacionalismos, mi pregunta del millón para estas personas es, que estamos celebrando?
Los hechos históricos son una realidad, nadie los niega, con el sacrificio de los héroes que para Víctor Hugo el famoso escritor francés, decía: detrás de cada héroe se incuba un posible asesino. Pero porque sucedieron y que resultados reales produjeron es lo que nuestros antiguos historiadores que eran mas que  “ratones de biblioteca”, que investigadores nos dejaron con medias verdades, tenían la historia para contar anécdotas e historias de salón y no un laboratorio de ciencias sociales , donde los elementos no solo son   locales sino el mundo que los rodea. Nos acomodamos a la historia de Henao y Arrubla, vocero de los vencedores.
** PPA por cápita significa la suma de todos los bienes y servicios finales producidos por un país en un año, dividido por la población promedio del mismo año.