martes, 25 de enero de 2011

PABLO MORILLO EL DESCONOCIDO MASON
Por: Hugo Neira Sanchez 

Mi libro no es para  exonerar a Morillo, sino para hacer un análisis mirando  la “otra cara de la moneda” de este personaje, la época,  y su comportamiento en la Nueva Granada, el odio  a los abogados y especialmente a la clase dirigente de Santa fe de Bogota, considerada como el cerebro de la sublevación contra Fernando VII, a quien consideraba su bienhechor pues al él, le debía todo lo que era, llegar a esos títulos militares y nobiliarios que solo llegaban miembros de la nobleza y no él cuya cuna era humilde, un hijo de un pastor de ovejas. 
Tres hechos determina la trayectoria masónica de Morillo: su estadía en Cádiz, en su  cúspide de su carrera, el encuentro con  Bolívar en Santa Ana (Venezuela) y el regreso a España donde los dirigentes liberales (masones)  moderados, del trienio liberal español (1820-1823), como consecuencia de la Revolución del Riego, que salvo la Independencia de Colombia, lo recibieron como uno de ellos. Pablo Morillo es el personaje mas controvertido de la historia colombiana, para la mayoría de los colombianos de acuerdo a lo que hemos aprendido en las aulas colegiales, fue una persona sanguinaria que no tuvo compasión alguna con los granadinos especialmente con la elite de Santa Fe de Bogota. Pero quien es realmente este personaje fuera el estereotipo que le han implantado  durante casi dos siglos, los historiadores Americanos. Si nos salimos del odio y venganza y lo analizamos fríamente: Morillo era de extracción humilde, autodidacta,  desde temprano comenzó a labrar su historia, primero en la marina y luego en el ejercito en la guerra de la Independencia como se llamo la lucha contra los franceses en España, donde obtuvo sus máximos escalafones militares, era un completo “tropero” y una vez terminada esta guerra, por estos meritos reconocidos no solo por el rey sino por sus jefes,  obtuvo la jefatura de la expedición a América. Desde el punto militar su actos fueron correctos, estableció tribunales al estilo militar, no los invento como lo aseguran, nunca fusilo a nadie sin juicio, como lo hicieron nuestros héroes,  sus actos posteriores al asedio de Cartagena lo hizo de acuerdo a las normas militares de la época; a la no rendición las represarías eran violentas, y la indisciplina la castigo como la hacia el ejercito en el siglo 18  con el fusilamiento. Su actuación  durante seis meses en Santa Fe de Bogota lo marco para toda la vida ante la opinión Americana. Tristemente fue una época sangrienta, pues para lograr sus objetivos no solo de los españoles sino de los patriotas, asesinaron, masacraron, fusilaron, expidieron leyes como “la guerra a muerta a Españoles”, etc.   Al regreso a España fue realmente un personaje necesario para aplacar las luchas de los que intervinieron en el “trienio liberal”, y en la primera guerra carlista Murió en Francia en el año 1837 sin haber recuperado sus sueldos ganados en América