jueves, 6 de enero de 2011

Habemus hidroeléctrica Cucuana
(Roncesvalles)  para el año 2013

Esta noticia dada en el “Tiempo” de hoy 6 de Enero 2011 por Epsa, señala  el funcionamiento de la hidroeléctrica de Amaime con una capacidad de generación de 20 megavatios de energía, ubicada entre los municipios del “Cerrito” y “Palmira”, en el Valle, y la posible terminación para el año 2013 de la hidroeléctrica de “Cucuana”.
Epsa si conoce lo que son las plantas de “filo de agua”, que olímpicamente hemos despreciado, mi opinión personal, es que en estas plantas no hay forma de “Robar”, mientras en las grandes represas hay de todo, y más cuando eran dineros públicos.
Amaime es el primero de los cinco proyectos de expansión que tiene contemplados Epsa, cuyo control esta en manos de Colombiana de inversiones de Antioquia. Los antioqueños si conocen la utilidad y la generación de recursos de las hidroeléctricas, distinto a nosotros que regalamos a “Hidroprado” con la colaboración de nuestro político estrella “Carlos García”,   que nos declaro retardados e incompetentes para manejar hidroeléctricas. Epsa queda con 13 plantas de generación eléctrica con capacidad instalada de 939.7 megavatios, el 8%  de generación del país.
Para el Tolima y especialmente para el municipio de “Roncesvalles” donde fui concejal por dos veces, uno por Jaramillo y otro por santofimio es una gran noticia, en una región que ha sido azotada eternamente  por la violencia de toda índole. Una región de las más bellas del país, con “Salento” y “Cajamarca” se debe señalar como lugar de la “Palma de cera”, y en sus programas ambientales, el de evitar la extinción del loro “pico de loro”, propósito que ha incluido con satisfacción a los alumnos del municipio,  tomando el proyecto como si fuera propio.  La “palma de cera” es su habitación natural. Uno y otro se le debe evitar su extinción.
La hidroeléctrica del “Cucuana”, es un proyecto que comenzó antes de la mitad del siglo XX, pues la antigua electrificadora del Tolima realizo los estudios de Prefactibilidad y Factibilidad, e hizo lo imposible para ejecutar la obra pero no fue posible. La llegada de una alcaldesa al municipio de Roncesvalles, revivió el proyecto,  formando una sociedad que tenia el propósito de buscar a alguien que lo hiciera. Con estudios controvertidos por esta sociedad, sin conocer el tema, hicieron negocio sin haberlo justificado, cedieron sus derechos a Epsa, cuyo hecho tuvo polémica, con razón y sin razón. Sin razón, porque los que pusieron una demanda de envidia,  podían haber acabado con el proyecto, realmente no conocían todo el proceso arduo para llegar a donde está.
Tristemente los embalses sobre el Río Magdalena no han sido reguladores como; Prado, Betania etc., pues en épocas de invierno cuando se tienen que abrir sus compuertas han producido inundaciones peores, que cuando no se tenia estas represas, y agravaría el problema con la ejecución del “Quimbo” sobre el Río Magdalena (arriba de Betania) y la posible ejecución muy lejana del “Neme” sobre el Saldaña,  por esa razón estas pequeñas hidroeléctricas de “filo de agua”, son el porvenir de generar energía limpia,  solo usando su caudal y altura, sin perturbar el cauce de ellas, produciendo recursos que pueden servir para proteger las cabeceras de estos ríos. Siempre insistí que si disminuía el caudal del “Cucuana”, los  más  perjudicados eran los usuarios del Distrito de riego de Coello, pero ellos, como  los beneficiarios en la planicie de Ibagué con el “Río Combeima”, se han hecho los sordos, característica del personalismo nacional, primero yo, después yo etc.… 
Una vez me invitaron a hablar en el concejo de “Roncesvalles”, sobre el proyecto del “Cucuana”, cuya reunión no se realizo,  iba a hablar sobre el beneficio de protección  para la cabecera del río, pero se opusieron a que manifestara esto, pues  señalaba una de las políticas del gobierno “Uribe”, que era los guardabosques” (impedir la deforestación), un tabú para la FARC.
La ejecución del proyecto del “Cucuana”  es una buena noticia, pueda ser que no sea un relleno de noticias de principio de año, o una “inocentada”, pues desde hace dos años no se tenía noticia de su avance y la posible ejecución.