miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Catástrofe de Armero: 
Todos sabían pero ninguno actuaba.

Armero
Cuando desempeñe el cargo de  Ingeniero jefe de Electrolima de la zona Norte en la década de los años 70, con sede en Armero, siempre me llamaron la atención unas grandes piedras  cercanas al  antiguo Club Campestre cuya sede estaba a la entrada de Armero, junto al río lagunilla. Pregunte algunos residentes antiguos de Armero sobre aquellas grandes piedras, y me manifestaban que eran debido a una inundación del siglo XIX.  Solamente cuando cayo en mis manos una narración de los hechos en un libro titulado  “Magdalena Río de Colombia” de Rafael Gómez Picòn, editado en 1945, y mas tarde lo  narre el hecho  en mi libro “Tolima en la encrucijada de la Agricultura”,  caí en cuenta que los habitantes de Armero no conocían realmente su historia y mas el trágico acontecimiento de la erupción del Ruiz en  1845, lo curioso era una fiel fotocopia de lo que sucedió en 1984, los mismos sitios inundados por el lodo, el mismo desplazamiento de la lava, la diferencia estaba era que en esa época Armero era un pequeño villorrio de paso hacia el Líbano y Manizales. Poca gente residía en él, pero según Gomes Picòn murieron un millar.  
A mediados de Octubre 1984 fui a una Reunión en la Biblioteca Soledad Rengifo en la calle 10, del comité de emergencia del Tolima, como representante de Electrolima. Allí reunidos todos con el secretario de gobierno de ese entonces Dr. Flavio  Rodríguez, se hablo de la inquietud que tenían los habitantes de Herveo y Casabianca por la cantidad de ceniza que caía sobre los pastizales, alimento para sus reses, pues se estaban enfermando cada vez que comían este pasto. Se esperaba por estos habitantes una ayuda y una solución del gobierno departamental.  En este caso solo se prometió una ayuda del gobierno departamental,  y se comenzó a hablar de forma despreocupada sobre el tema de la posible erupción el Ruiz, nadie conocía las erupciones anteriores, solamente un investigador amateur de Manizales, cuyo nombre no me acuerdo, puso su punto en la llaga, presentado un documental fílmico del Volcán de Santa Helena  en el Estado de  Washington, se encuentra en la costa oeste de los EEUU. Erupciono en 1980, y fue filmado en forma total su erupción. Se veía el estallido del volcán,  el desprendimiento de una parte de la boca, que se fue río abajo arrasando todo lo que encontraba, puentes casas, carreteras etc., hubo pocos muertos pues lo que afecto era y es,  un parque Nacional. A los pocos habitantes que vivían en esta zona, se les  aviso con anterioridad el peligro, pero muchos de ellos murieron, pues regresaron a sus casas cuando vieron que en un lapso de tiempo no ocurrió nada.  La erupción mató a 57 personas, cerca de 7.000 animales de caza mayor ( ciervos , alces y oso ), y un estimado de 12 millones de peces de un criadero. Se destruyo o gravemente dañados más de 200 viviendas, 185 millas (298 Km.) de la autopista y 15 millas (24 Km.) de vías férreas.
Visto este documental se pidió un consenso sobre ello, pero hubo diferentes opiniones; algunos afirmaban que mostrarlo a los habitantes de Armero, produciría caos y terror, y no resultados, contradice lo que sucedió mas tarde en la erupción del Monte Pinatubo en 1991 en Filipinas la segunda erupción mayor en el Mundo del siglo XX, se salvo miles de personas al mostrarles el video de lo sucedido en Armero. Desocuparon sus viviendas sin resistencia alguna.
 Lo cierto es que se decidió no mostrar este video, parece que el sacerdote de Armero lo presento a un pequeño grupo. La inquietud que queda es si había salvado a la población este video?.  Realmente el gobierno acaba de tener un gran problema como fue el del Palacio de Justicia,  además un vulcanista Francés llamado a consulta por su experiencia hacia un año en  una isla en el Caribe,  donde se había ordenado  la evacuación de  unas 20.000 personas por la proximidad de estallido de un volcán, manifestó ambigüedad en la solución: desocupar o no desocupar, pues en el caso que el conocía  termino en un caos, a la semana,  la mayoría querían regresar a sus sitios de vivienda y trabajo, a los ocho días en los campamentos se había perdido el sentido de pertenecía, ya no eran oficinistas, vendedores, panaderos, comerciantes etc., todos se volvieron pordioseros. No hubo erupción, pero término en un caos económico y social,  una gran carga para el gobierno.
Faltando un mes para la erupción asistí a un debate en el Concejo del Líbano sobre tarifas de servicio eléctrico, allí todos los concejales expresaban el pronto estallido del volcán, y como una anécdota faltando 8 días para el estallido tomando un poco del pelo, en una reunión en la población de Anzoátegui sobre el tema de tarifas le sugerí a la Administradora de la Zona Norte del Tolima de  la Electrificadora, al  oír tantas afirmaciones del estallido del volcán, comprarse un canario, pues este al presentir peligro se estrellaría contra la jaula hasta su muerte, como había leído que sucedió con estos canarios y los gatos en la segunda Guerra mundial prediciendo la bomba que caía encima. Tristemente esta Administradora,  murió huyendo en un carro en esa noche fatídica en Armero. La única que no se salvo en ese vehiculo. Ironías de la vida.   
Otro de los errores fue ponerle mas atención al lago que se formo cerca de la desembocadura del Lagunilla y el Azufrado, a lo que estaba pasando arriba. Irónicamente esta agua salvo a muchas personas de quemaduras, que los había llevado al Quirófano con corte de piernas y brazos, aduciendo “Gangrena gaseosa”, que no existió,  como lo demuestra sobrevivientes que se escaparon del hospital cuando les iban a quitar un miembro. Este error medico poco ha sido mencionado, lo digo con causa, pues un trabajador de la Electrificadora quien llevaron al hospital, le diagnosticaron en una pierna “Gangrena Gaseosa”, con programación de corte,  él tenia algunas nociones medicas, se escapo del Hospital y hoy esta andando con sus dos piernas. La “Gangrena gaseosa” era quemaduras profundas del azufre y agua producida por el lodo de  la erupción.
Era tanta  la seguridad de la avalancha de agua, que el alcalde nombro  un fontanero que debía medir continuamente la profundidad del río, pero cometieron un error no preparar la gente para la evacuación, pues entre el estallido y la llegada a Armero transcurrió mas de tres horas, tiempo suficiente para evacuar a zonas de no peligro que ya habían sido señaladas por  la erupción de 1845. Otra de las cosas que no les habían dicho a los Armeritas, es que cuando caía arena como sucedió,  era prueba eminente de erupción. Errores y errores sepultaron un pueblo, con autoridades indecisas como era el  gobernador Alzate que en paz descanse. Un gobernador buena persona, llego a esa posición por la facilidad de ser manejado por el  político de turno conservador que en paz descanse. El alcalde no tenia ninguna decisión, no era nombrado por votación popular, sino por el gobernador. Creo que otra cosa hubiera sucedido,  si su nombramiento hubiera sido por voto popular.