lunes, 22 de octubre de 2012


En la locomotora de la economía Tolima va de arrastre.

En el informe reciente del Dane sobre el PIB del 2011, se da un visión muy real de nuestra economía regional colombiana donde el PIB llego al 5.9 y, el Tolima solamente llega a 2.2 %  de este PIB, pues no tiene los factores económicos que están jalonando la economía colombiana; Petróleo y Oro.
El director del Departamento Nacional de Planeación, Mauricio Santa María, dijo que, para el Gobierno, una de las medidas, que a juzgar por los primeros resultados ha sido de las más exitosas para conseguir la equidad social y promover la competitividad, es el nuevo sistema general de regalías. "Si no hubiéramos hecho la reforma al sistema de regalías, estaríamos viendo que el 80% de los recursos de inversión de la vigencia 2012 se concentrarían en nueve departamentos, es decir, solo el 17% de la población. Ahora, todos los departamentos tienen recursos para inversión, producto de las regalías", señaló el funcionario. A pesar de los altos incrementos del producto en algunos departamentos, su proporción en el PIB nacional es muy pobre
El sueño dorado de los ilusos economistas tolimenses ha sido la agricultura, siempre se han soñado con alimentar el mundo y ser la locomotora del gran impulso de la región, para bien o para mal no es así, para bien no tenemos Locomotoras contaminantes como son las minas o todo eso que se está colocando en el tapete mundial como  destrozadores del medio ambiente y, para mal por ejemplo el café y la agricultura por estar siempre determinado su capacidad económica  por los precios internacionales, oscilan como las olas del mar, haciendo que nunca se tenga estabilidad en el cambio, como sucedió en los años anteriores, antes que el petróleo entrara en ascendencia y el precio del barril oscilara cerca de los 100 dólares.
Las cifras detalladas del crecimiento económico por departamentos en el 2011, dadas a conocer por el Dane muestran que cinco regiones concentran el 60% de la producción de las 28 restantes el 40.2%.
Bogotá 24.5  %
Antioquia 13.0 %
Valle 9.8 %
Santander 7.3 %
Meta 5.4 %
Cundinamarca 4.9 %
Bolívar 4.0 %
Atlántico 3.7 %
Boyacá 2.8 %
Casanare 2.2 %
Tolima 2.2 %
Cesar 2.1 %
Huila 1.9 %
Arauca 1.8 %
Córdoba 1.7 %
Caldas 1.5 %
Nariño 1.5 %
Risaralda 1.5 %
Cauca 1.4 %
Magdalena 1.3 %
La Guajira 1.3 %
Quindío 0.7 %
Sucre 0.7 %
Choco 0.6 %
Putumayo 0.5 %
Caquetá 0.4 %
San Andrés  0.3 %
Amazonas 0.1 %
Guaviare 0.1 %
Vichada 0.1 %
Guainía 0 %
Vaupés 0 %
Tuvimos muchas oportunidades desde la mitad del siglo XIX para que nuestros productos agrícolas ganaran mercado internacional y, sus precios nos sacara de la pobreza endémica, causada especialmente por el gasto y el esfuerzo que hizo el país para la independencia no solo de nosotros sino de los vecinos, y por los negocios de agiotismo que realizo a este respecto Zea, que nos afecto durante casi todo el siglo XIX.
Mosquera que la historia nos lo ha mostrado como una persona rica y de alcurnia, quien  de su propio bolsillo y de su padre ayudo al gasto de la independencia y luego  compro armas cuando el levantamiento de Melo, tenía un gran latifundio lleno de ganado, cultivos y esclavos, etc. en el Cauca,  le han hecho cuenta cuanto rendía estos haberes en anualidad neta  y se ha encontrado que sus  ganancias anuales alcanzaban  menos de lo que se ganaba en ese tiempo,  un párroco  vecino de Popayán. Solo salía de las penurias económicas con las minas de oro como ahora. Por eso eran tan importantes los puestos públicos, los cuales se peleaban a muerte en las tantas revoluciones realizadas.  
Doscientos años después seguimos lo mismo, solo las minas y el petróleo (que existe actualmente)  jalonea la economía colombiana.   El valor agregado de la Quina, añil, tabaco, productos estrella del Tolima en la mitad del siglo XIX, los gastamos localmente en orgias y placeres como sucedió en el auge del Tabaco en Ambalema y, en traer chécheres de lujo como pianos, hasta ropa procesada del extranjero a Bogotá, con el beneplácito de los acomodados y la protesta de los artesanos. El transporte de un enorme piano por caminos estrechos y lleno de todas dificultades asombro a un extranjero y dijo algo que nos retrata en el tiempo, si los colombianos son capaces de estar peleando continuamente sangrientamente, porque no son capaces de hacer un camino decente entre Honda y Bogotá, al ver el esfuerzo que hacia decenas de personas llevando un gigante piano hacia Bogotá.  
Seguimos entonces en lo que he llamado la “encrucijada de la Agricultura”, donde el Tolima no ha comprendido que la Agricultura es una etapa para llegar a una industrialización o base para conseguir un gran centro de servicios con el aeropuerto de Flandes y no es el camino final del departamento. Veo que en los planes de desarrollo, siguen insistiendo como si el tiempo no haya demostrado que están errados.
El economista Silverio Gómez  ex director de Portafolio, en un artículo sobre mi libro “Tolima en la encrucijada de la Agricultura”, me declaraba un enemigo de la agricultura, todo lo contrario la he admirado, he estado en ella y  sufrido cultivando como todos los que han estado en esta situación. Lo que exprese en el libro y lo demostré por hechos históricos, es  que el Tolima con toda esa riqueza  y los remantes ganados, no le ha servido para tener un mejor horizonte económico, pero si a Bogotá para fundar numerosos Bancos con el valor agregado del Tabaco,  en la mitad del siglo XIX. Creo que ese tiempo tuvimos lo denominado ahora en economía el mal Holandés.  
La enfermedad holandesa, es el nombre que se le da al fenómeno económico que se va presentando cuando en un país o economía determinada los recursos provenientes de los recursos naturales comienza a opacar y perjudicar la actividad de productos y servicios relacionados con bienes más elaborados (es decir todo el resto de la actividad).
Este mal Holandés, es lo que se teme en Colombia actualmente, y puede arrastrar la economía basada en minerales y petróleo, la cual no solo hace inflar los ingresos, sino a su vez  valoriza las divisas, no da un empleo de desarrollo  y,  da un mensaje errado a los inversionistas, lo cual los puede direccionar a  no invertir en sectores tan frágiles como es el del café y la agricultura y, llevar a regiones como la del Tolima a una completa recesión y, como consecuencia funesta  agravar más el desempleo. Esto no es cuento, ya ha sucedido en muchos sitios del mundo, donde un elemento (agrícola o mineral)  ha arrastrado la inversión, sin objetivo final de éxito para todos, como puede suceder en Colombia, que esperamos no suceda.  
Según este informe del Dane del PIB de 2011 la  media nacional de ingreso por habitante fue 13,4 millones de pesos y, solo siete departamentos están por encima. En cambio, 20 están por debajo de los 10 millones. En otras palabras, queda mucho por recorrer para tener equidad económica en todo el país.
En el informe del DANE se encuentra que principal  generador del PIB es Bogotá, curiosamente no lo hace por minerales, sino por servicios, Tolima es uno de los últimos.
La zona cafetera orgullo del turismo ecologista está en la “hoya”, especialmente por el café; Caldas 1.5 %; Risaralda 1.5 %; Quindío 0.7 %.