domingo, 28 de octubre de 2012


Dos mundos  opuestos

En Oslo se encontraron dos mundos separados por el tiempo, el uno el de un  país con su democracia no “perfecta” marchando con libertad hacia una equidad social, mientras el otro como un dinosaurio emerge con su pensamiento clásico y obsoleto, el señor Márquez enmarcando  su “fanatismo intelectual”, pues  no ha querido entender que el marxismo es una filosofía,  no la verdad revelada y, a colocarla en la práctica ha sido un completo fracaso en todo el sentido de la palabra, además escogió el escenario menos receptivo  y propicio a esto  ya que muchos países europeos sufrieron durante décadas el yugo y lo  absurdo del marxismo soviético y. todavía viven millones de europeos, quienes sufrieron la persecución, el destierro y los gulags  y deben estar plasmados que en pleno siglo XXI les recuerde su infortunio liberado al caer el “muro de Berlín”  y, lo quiera repetir este episodio un grupo, con ideas del pasado tan amargas para ellos y sus familias, usando la “presión política”, no con la razón sino con armas de destrucción, desde las “minas quiebra pata” hasta armas sofisticadas conseguidas con el secuestro y con las drogas contra la población que dicen defender; los campesinos.
Lo más tenebroso es que la política que predica Márquez, solo se puede imponer a la fuerza, ahogando el querer general de sus gentes; Cuba, Corea del Norte  etc., o acabar completamente los estratos sociales que le incomodan a su bienestar personal como Camboya. El cuentico que no han sido derrotados por las armas, es un cuento a medias, pues han sido derrotados en Colombia por la opinión pública, la cual señores periodistas  es más fuerte y estable que las armas. Que levanten la mano si hay una sola región en Colombia, donde  ha imperado su mandato clandestino durante 50 años, que haya tenido un surgimiento social o económico; tristemente no la hay.
La democracia colombiana tiene sus errores y graves, pero se van corrigiendo con libertad sin yugos militares o de otra índole, buscando una equidad social que cobije a todos, no a un grupo. Es cierto hay corrupción grande y, esta ha nacido muchas veces  por el desorden que han causado  las armas. Pero lo podemos corregir cuando jueces y legisladores entiendan que tienen que trabajar para todos, evitando la impunidad y,  no jugar con la justicia como descaradamente por ejemplo lo están haciendo los Nule, mandado un mensaje errado a los colombianos.  Algunos miembros de la  justicia y legisladores  son una vergüenza nacional, pero poco a poco la Nación los ira rechazando, entendiendo que su nombramiento no lo pueden conseguir por medios ilícitos como el del Procurador; por un puesto público, una  teja etc., ni menos con una arma en su “sien”. Es la búsqueda de una democracia equitativa, no una democracia en que muchos tienen las libertades de morir de hambre, sino equitativa, no el neoliberalismo nefasto, ni el comunismo marxista leninista, ideas archivadas en estantes olvidados,  quiera Dios se impondrá una política que satisfaga a todos,  un término medio entre política y economía.  
La separación entre economía y política, es esencial para un equilibrio en un país. Muy parecida a la separación que costo tantas vidas en el siglo XIX entre Estado e Iglesia Católica. China país que el señor Márquez no puede decir que sea capitalista, hay una convivencia entre socialismo y economía, que refuta  las ideas del señor Márquez del manejo social y económico de un país, mostrando un retraso en el tiempo. Debía haberse dedicado a estudiar ciencias políticas no despreciar  su tiempo en Venezuela deshojando  margaritas para llegar al poder, pues en lugar de planear ataques y todas las atrocidades contra la población civil, mandado a jóvenes que mueran por una causa que no comprenden; fuera de ser ilusa, es irrealizable  por la oposición de la gran mayoría del país,  mientras toma Whiskey en su apartamento  lujoso, pagado con la “sangre colombiana”, vive sin sobresalto,  se abraza con Chávez y doña Piedad y,  de vez en cuando  va a contemplar el monumento de   “Tiro Fijo”, en el barrio  23 de Enero de Caracas, que le sirve como muro de lamentaciones, para desahogar su impotencia militar y política, pero en Oslo para “bien o para mal” le dieron respiración artificial.
Esto me recuerda un recién escrito del escritor nicaragüense Sergio Ramírez  en una columna del periódico del Tiempo “Nicaragua y su futuro, La tormenta perfecta” donde señala la pluralidad que va teniendo entre el capital y los socialistas marxistas de América especialmente en Nicaragua con el comandante Ortega a la cabeza, del cual la mayoría de los colombianos tenemos un mal concepto, pero en verdad internamente tiene el mensaje moderno de coexistencia social, según este escrito del escritor Sergio Ramírez:
“Mi amigo empresario, que en la última de nuestras conversaciones me ha hecho un listado de las bondades de las políticas del comandante Ortega, que hacen avanzar a Nicaragua hacia buen puerto, según su propia expresión: primero, un entendimiento ejemplar con los empresarios privados: ellos se dedican a producir y a expandir sus negocios, y a exportar Io que producen, y el comandante se dedica a manejar la política, en lo que ellos no se meten. Dentro de esta veda política entran, por supuesto, las elecciones justas y libres, la independencia de poderes y el Estado de derecho.
Además, continúa, las relaciones con Venezuela son una bendición. Nos pagan bien la carne, nos dan el petróleo a mitad de precio, puede ser que no me guste Chávez en lo personal, y aquí en confianza te confieso que tampoco me gusta el comandante Ortega en lo personal, y no lo invitaría a una fiesta de cumpleaños en mi casa, pero, si yo fuera venezolano, votaría por Chávez; imagínate a Capriles de presidente, y a las masas chavistas en las calles haciéndole la vida imposible, huelgas y alborotos, paradas las refinerías, todo se iría al carajo. Como se ha visto, los deseos de mi amigo se han cumplido.
 Le pregunto si es lo mismo que piensa del comandante Ortega, que, si estuviera en la oposición, la economía del país se vería afectada con huelgas, tranques de carreteras. Claro, me responde, ¿no lo vimos ya antes, cuando él no había vuelto a la presidencia? Fíjate hoy. Ni una sola huelga, todos los sindicatos le obedecen. Es la situación perfecta. ¿Y los partidos de oposición?
Casi no existen, perfecto, poca falta hacen. ¿y qué es lo que llaman populismo? que los pobres reciban algo y estén contentos? Perfecto también.
Me toma del brazo, como si quisiera conducirme hacia algún lugar, y me dice: la verdad es que nosotros lo que necesitamos es una sola persona que conduzca el barco, una persona a la que todos obedezcan; si la democracia es que unos dicen una cosa y otros dicen otra, el presidente manda una ley a la asamblea, y la asamblea no la aprueba, luego viene un tribunal y contradice lo que el presidente decidió, o aparece la contraloría y dice que determinada inversión en una carretera está mal hecha y hay que parar la carretera, ese tipo de democracia no nos conviene.
Ahora, me dice, un poco más calmado, hay cosas que no me gustan, pero no me parecen esenciales. Ese odio contra los Estados Unidos, esos ataques contra el capitalismo, eso de hablar mal del neoliberalismo; me gustaría que esos discursos fueran más conciliadores; pero, en el fondo, todo es de la boca para afuera. El comandante debe hablar así porque en su partido hay gente a la que le gusta oír esos sermones antiimperialistas.”
La prensa nos ha imbuido la idea que Chávez es el profesor de Ortega, pero parece que al revés Ortega, no se ha entregado a despilfarrar los dineros públicos, puede ser por falta de dinero, pero puede enseñarle a Chávez, la separación de la economía de la política, pues si sigue como va, en el futuro tendrá gravísimos problemas, donde él sin contar que algún día se le puede acabar los recursos financieros, los ha distribuido   como un dios “Midas”, repartiendo “a diestra y siniestra” sin contemplación alguna, con beneplácito con razón de los que nunca han tenido nada, ni esperanzas  de una mejor vida, pero no comprenden que en un remezón político y social serán los primeros en sufrir.
El dinosaurio de Márquez y los Farianos están fuera de “tiesto”, como se dice coloquialmente  al  pensar en salir ilesos de todos los crímenes que han cometido, como si en cincuenta años el mundo no haya avanzado y, ahora sea una aldea mundial que vigila los crímenes de “lesa humanidad”.
Critica al gobierno el señor Márquez por la inversión y la injerencia extranjera, pero si aprueban ante el mundo que en sus filas este una holandesa, (una extranjera en problemas internos) como dice predica pero no practica. Lo más patético es que en Holanda no la ven como una líder guerrillera, sino como una muchacha descarriada y alocada y,  está como dice la propaganda “en el lugar equivocado”.
Pueda ser que después de toda esta retorica de un dinosaurio, se encuentre la paz sino lo que exprese anteriormente en otros escritos, era la realidad; el presidente debía haber esperado que la FARC hiciera lo mismo que el ETA. Como arrepentimiento unilateral manifestando públicamente que dejaban las armas y se reincorporaban a la vida civil, sin que el Estado  entregue absolutamente nada y,  no con “premios” que realmente no han ganado. Si esta negociación se prolonga como quiere la FARC para armarse nuevamente, el señor “Santos”, va perder su reelección a “costilla” de muchos muertos, resultado diferente a lo que esperaba con este riesgo innecesario. 10.000 hombres armados no se pueden imponer a 42 millones de colombianos. Sería para Ripley.