sábado, 6 de octubre de 2012


UTP  y Universidad del Tolima en el ojo del huracán
No solo como se mostro en un artículo anterior la UTP nuestra madre mater y, la Universidad del Tolima  no están entre las 700 universidades del Mundo por su enseñanza de calidad sino ahora se agrega que  con las universidades del Quindío y  Universidad de Caldas quienes conforman la controvertida red “Alma Máter”, la red de universidades del Eje Cafetero,  tendrá que reintegrarle a la Secretaría de Educación (SED) de Bogotá, la suma de 4.998 millones de pesos, luego de que el Distrito terminara y liquidara -de manera unilateral- el polémico contrato de capacitación docente que le adjudicó hace dos años, según un artículo del periódico El Tiempo del 5 de Octubre de 2012.
Esto se debe especialmente al contrato 1961, firmado el 28 de diciembre del 2010, en plenas fiestas navideñas. Se pacto por 20.296 millones de pesos con el fin de que esta red educativa capacitara a unos 18.000 maestros y rectores de colegios en Bogotá., y entregara a cada uno de ellos una cartilla ilustrativa.
Todo el proyecto se vino a pique luego de que el grupo investigador del periódico EL TIEMPO denunciara  el 11 de junio del 2011, que  la red “Alma Máter” entregó cartillas con textos de capacitación docente en Bogotá, obsoletos e idénticos a los que aparecieron hace 19 años en unos preuniversitarios de Zamora editores.
En esa fecha, en medio de la indignación de los maestros  expertos en educación y la opinión pública, el contratista había recibido un primer giro  por 8.118 millones de pesos.
Que fueran realmente universidades de “garaje” o como esas que aparecen para engañar “calentanos”, se podía de pronto pasar como un error del Distrito, pero una entidad que agrupa instituciones que tienen que ser, como se dice de la mujer del Faraón, sin tacha alguna; serlo y parecerlo no tiene perdón. Esta embarrada nos compromete a todos  los egresados y, a los alumnos, y debe tener un culpable, no se puede pasar agachado como si no hubiera pasado nada. Es una vergüenza que no solo engañen sino que usen las artimañas que se atacan en las Universidades; no tener ética, la de no copiar o la de hacer plagio.
Ahora no pueden decir que fue a las espaldas que entro este “elefante” e  hizo esto, pues según el periódico El Tiempo  el contrato fue firmado por el entonces subsecretario de Educación del Distrito, Jorge Alberto Torres Peña, y Luis Enrique Arango Jiménez. Representante legal de Alma Mater.
Con esto me muestra nuevamente que las reelecciones son dañinas para las instituciones, aunque hayan hecho una labor loable, su perpetualidad en el puesto se le nubla la vista y deja que prosperen “áulicos” o grupos que hacen realmente estas “cagaditas”, que no las pueden tapar como hacen los gatos.
Lo más preocupante es que no tienen ética, no reconocen su error sino que tratan por intermedio de sus apoderados, mostrarse  en contra de la liquidación y, por el contrario, reclamar que se les reconozca 7.224 millones de pesos, sin hacer bien su tarea.
Por ese motivo la SED a ser imposible llegar a un acuerdo en este proceso de liquidación con los delegados de Alma Máter, que ya fueron notificado por medio de la resolución 011, expedida el pasado 4 de septiembre por la SED y conocida ayer por EL TIÉMPO, donde se detallan los cruces de-cuentas realizados por la Administración debido a los dineros girados a Alma Máter.
El abogado Juan Manuel Russy, apoderado de la SED en esto pleito, informó que esperan que el contratista realice el desembolso. De lo contrario, informó, podrían acudir a Segurexpo la firma aseguradora del contrato- e incluso optar por el cobro coactivo, con el apoyo de la Secretaría de Hacienda Distrital, tal como lo contempla la ley en estos casos.
Este error no es el primero de la red Alma Mater, antes la Procuraduría destituyo e inhabilitó por diez años a Germán Toro, entonces director  de Alma Máter, por irregularidades en un contrato para la construcción del comando de bomberos de Bogotá. La calidad de las Universidades que  han sacrificado en cantidad, realmente termina en esto; “Zapatero a tus Zapatos”.
El articulista del periódico del Tiempo manifiesta que trato de hablar con los ejecutivos del Alma Mater sobre el tema y, se escondieron para no responder, como se dice tras de ladrón, bufón.
Quien pagara este descalabro que tiene todas las formas que niegan los objetivos de enseñanza, ética, moral etc.,  de una Universidad, que mal ejemplo.
Quien pagara este desacierto?