miércoles, 2 de marzo de 2011

Las revoluciones de “hambre”. Parte II
Por Hugo Neira Sánchez
Competitividad es la  capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico.
La competitividad no es producto  de una casualidad ni surge espontáneamente; se crea y se logra a través de un largo pñroceso de aprendizaje  y negociación  por  grupos  colectivos representativos que configuran la dinámica de conducta organizativa, como los accionistas, directivos, empleados, acreedores, clientes, por la competencia y el mercado, y por último, el gobierno y la sociedad en general. Competitividad es el resultado de una mejora de calidad constante y de innovación, está relacionada fuertemente a productividad.
Esta competitividad que le ha negado el Estado Colombiano al campo, con su espada de Damocles: “o produce barato o es eliminado”, sin reconocer que el resultado es consecuencia de no permitir  con sus reformas tributarias y uso del suelo, modificar la estructura medieval en que la tierra no es productiva, sino que da un poder político según el Director Absalón Machado en su “Informe Humano sobre el desarrollo Rural y Tierras en el 2011, en Colombia” .En el programa de las Naciones Unidas,  un grupo a mando de su Director Absalón desde  2009, ha  investigado que pasa con  el tema de tierras y su desarrollo rural en Colombia. [i]
Reconoce que el 32% de la población colombiana vive en municipios netamente rurales, pero con los peores  índices de calidad de vida en pobreza, de habitabilidad, escasas oportunidades de ingreso y empleo, la mayoría han perdido la libertad de movimiento por el conflicto, desarticulándolas  produciendo un limitado aporte al desarrollo y a la competitividad que tanto pregona nuestros dirigentes. Ve a este conglomerado humano un gran dinamismo congelado, con gran potencial en los recursos naturales. Si el Estado en lugar de  tener políticas agrarias inapropiadas y mal diseñadas y de manera autoritaria ha implantado como fue por ejemplo el de favorecer a la clase mas favorable con su ingreso seguro, corrige su política, tendremos un mejor futuro como país
Encontraron una deficiencia física y social: caminos, vías, carreteras, distritos de riego, escuelas hospitales, afectando la probabilidad de interactuar en el mercado de una manera eficiente y con bajos costos. Tristemente el Estado con el visto bueno de los comerciantes no ve esto y prefiere importar estos productos, aduciendo altos costos de producción, sin reconocer que la mayor parte de la culpa es de él. 
El “chocorazo” irónicamente del líder mas izquierdistas del partido Liberal Alfonso Michelsen,  paro una reforma agraria que podía haber tenido un mejor resultado en la política agraria del país, y como resultado actualmente  tenemos: 38 millones de hectáreas en pastos, solo 21 son aptas para esto y 15 millones se están desperdiciando para la agricultura  por dueños que solo acaparan tierras para su poder político y social. La revolución de los ganaderos según expresa este informe lo han hecho con el alambre de púa, y un trabajador famélico montado en un rocinante emulando al “Quijote”,  que cuida las miles de cabezas de ganado. Hace diferencia entre la ganadería de leche y la de los ganaderos tradiciones quienes no tienen una mentalidad empresarial, no son inversionistas, no llevan cuenta, ni contabilidad, no utilizan tecnologías modernas, con mentalidad de poder e importancia en su región. Los pequeños productores con una o dos vacas incluso 20 y 30,  hacen buen uso de su tierra muy diferentes a los narcotraficantes que compran tierras para socializarse y lavar activos ilícitos. La concentración de la tierra es un mal histórico en Colombia., el índice Gin que mide la  desigualdad de propietarios es de 0.87, comparada con el Brasil y es el mas alto de la región.
Como en el Congreso están agazapados la mayor parte de los dueños de tierras, quienes ejercen poder político en los niveles regionales, locales y nacional, sus  la leyes han incentivado la acumulación de tierras. A nadie que tenga más de 1000 hectáreas se le exige un compromiso social
Si la restitución de tierras  es realidad, esto es un solo paso para ir más allá porque la restitución es una política a corto plazo. Si no hay medidas serias, estos nuevamente serán despojados.
Pueda ser que las revoluciones de “hambre” de los pueblos árabes nos hagan reflexionar, pues tenemos tierras y gente para hacer un proceso sostenible, para tener alimentos para todos, mientras no se atraviesen tristemente los gremios poderosos que solo quieren  llenar sus bolsillos con políticas obsoletas y caducas del Neoliberalismo, con sus pataleos recientes  al gobierno, injustos.  



[i] Mercado Bibiana: Se necesita ir más allá de la restitución de tierras. Entrevista a Absalón Machado. El Tiempo Miércoles 9 de Febrero 2001, Pág. 17.